1. Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero debido a un menor consumo de energía primaria generada a partir de combustibles fósiles y, por tanto, de la contaminación local derivada de la producción de energía, lo que se traduce en una reducción de los impactos negativos tanto para la salud como para el clima. La reducción de las emisiones de CO2 en 41,06 toneladas/año se traducirá también en una reducción de las emisiones de SOx, NOx y polvo en 0,0365, 0,0338 y 0,002 toneladas/año, respectivamente.
2. Una reducción del consumo de energía primaria de al menos un 60% en comparación con un sistema de BC convencional, ofreciendo así una solución extremadamente sostenible para el sector de la construcción.
3. Utilización de un refrigerante respetuoso con el clima en lugar de los refrigerantes convencionales (HFC).
4. El diseño, desarrollo y prueba de una innovadora unidad de refrigeración prototipo basada en CFR y alimentada por energía solar, así como el perfeccionamiento de su rendimiento técnico.
5. Cartografía geográfica de la instalación en otro país de la UE – se supone que se construirá una instalación análoga en UAL. Se estima que se conseguirán reducciones de emisiones de HFC como resultado de la implantación del sistema mencionado.